Gracias a la combinación de buen clima, comida exquisita y actividades de ocio interesantes – todo ello cerca de la Europa continental – Mallorca e Ibiza atraen desde hace mucho tiempo a inversores de segundos inmuebles. Además, en una época en la que los vuelos a las Islas Baleares son una ganga, es más fácil que nunca disfrutar de las cosas buenas de la vida, aunque solo sea un fin de semana.
Analicemos qué es lo que hace que Mallorca e Ibiza destaquen como lugares de segunda residencia.
Clima: ¡Aquí siempre hay sol!
Mallorca e Ibiza disfrutan de un clima estupendo en distintas épocas del año. Con una media anual de más de 2.700 horas de sol en ambas islas, nada impide que se pueda tomar el sol y aumentar la vitamina D.
El verano en estas islas es extraordinariamente largo, y se extiende desde mayo hasta septiembre. La temperatura media durante estos meses alcanza los 20ºC, por lo que la hora de comer se alarga y la vida se ralentiza.
El otoño en Mallorca e Ibiza es muy similar al verano de los países del norte de Europa, donde las temperaturas no suelen empezar a bajar antes de noviembre. Es más, con la primera floración de almendros que aparece ya en enero, la primavera llega antes de lo que parece.
Al tener un clima tan agradable durante la mayor parte del año, Mallorca e Ibiza son destinos vacacionales perfectos en distintas épocas del año. Tanto si quieres broncearte en verano como si buscas escapar de los meses grises de invierno del norte de Europa, en estas islas encontrarás todo lo que necesitas.
El ritmo de vida del Mediterráneo
Probablemente la consecuencia principal de las largas horas de sol en Mallorca e Ibiza sea el ritmo de vida mediterráneo, que se caracteriza por un equilibrio entre trabajo y ocio. «Saber vivir» es parte importante de la cultura cosmopolita y tranquila de las islas, que puede contrastar con lo que los extranjeros están acostumbrados a hacer en su país.
El clima permite pasar mucho tiempo al aire libre, y las terrazas de las cafeterías están llenas todo el año. En las Islas Baleares las comidas suelen ser familiares para disfrutar de un tiempo de calidad. Las siestas también son muy frecuentes, sobre todo en verano.
Resumiendo, la gente de las Islas Baleares trabaja para vivir en vez de vivir para trabajar, y los dueños de segundas viviendas pueden aprovechar las múltiples ventajas del estilo de vida mediterráneo.
Vida nocturna en Ibiza y Mallorca
No hace falta estar de despedida de soltero para disfrutar de la vida nocturna de Baleares. Tanto Mallorca como Ibiza tienen una gran variedad de bares y discotecas que satisfacen a todos los propietarios de segundos inmuebles.
En Mallorca, el Paseo Marítimo de Palma recibe a muchos DJs internacionales en diferentes clubs de playa, y hay muchos restaurantes-clubs exclusivos en el centro de la ciudad. Además, las personas extranjeras pueden salir de fiesta con los turistas internacionales en los complejos turísticos de Magaluf, Can Pastilla y Arenal.
Ibiza es más conocida por su vida nocturna y satisface todos los gustos y edades. Playa d’en Bossa está en la costa este de la isla, justo al sur de la ciudad de Ibiza, y tiene una playa extensa y bonita con una vida nocturna muy activa. Si buscas algo más tranquilo, Santa Eulalia es una ciudad de la costa este sin discotecas multitudinarias, pero con muchos bares de vinos y de tapas.
Deportes: Para todos los gustos
Gracias al clima de las islas, los extranjeros pueden disfrutar de una gran variedad de deportes y actividades al aire libre.
Mallorca tiene nada menos que 28 campos de golf, y hay muchos instructores que ofrecen clases. El mejor es el de Son Gual, diseñado por el tres veces campeón amateur alemán Thomas Himmel. Para los que tengan el hándicap correcto, la isla también es sede del Mallorcan Classic, una parada obligatoria del European Tour.
También hay muchos clubs de tenis – Mallorca es el lugar de nacimiento de Carlos Moyá y Rafael Nadal – y el pádel también se practica mucho. El Mallorca Cricket Club está siempre abierto a nuevos jugadores y espectadores, y tiene su propio campo en Magaluf. Sus partidos suelen ser contra equipos de Reino Unido.
Para los que busquen un subidón de adrenalina, Mallorca ofrece una amplia gama de deportes extremos y apasionantes, como el ala delta, el kitesurf y el alpinismo.
La isla también es un campo de entrenamiento ideal para los ciclistas y, con más de 35.000 personas que vienen aquí todos los años, se ha convertido en uno de los destinos de carreras más conocidos de Europa.
Además, las Islas Baleares no serían las Islas Baleares sin todas las oportunidades que ofrece el mar. Desde navegación hasta surf, y desde pesca hasta buceo, hay muchas actividades para los amantes del agua. Independientemente del deporte que elijas, es muy probable que Mallorca cuente con las instalaciones apropiadas, así como con personas afines.
¡Compra hasta aburrirte!
Mallorca e Ibiza están entre los mejores sitios españoles para ir de compras. Además de las múltiples boutiques, ambas islas ofrecen un número considerable de tiendas de diseño – como Louis Vuitton, Hugo Boss, Tommy Hilfiger, Prada, Cartier, Loewe, Stella McCartney, Carolina Herrera y otras.
En la mayoría de las ciudades y pueblos hay un mercado tradicional, donde los extranjeros encontrarán un servicio personalizado a la antigua usanza por parte de carniceros, fruteros y pescaderos, que en la mayoría de los casos son muy hospitalarios con los extranjeros, a pesar de su conocimiento limitado de idiomas. Tanto en Mallorca como en Ibiza, hay una serie de mini-mercados que satisfacen todas las necesidades de los extranjeros, vendiendo artículos para el hogar, artículos de aseo y alimentos de marcas británicas y alemanas.
El pueblecito mallorquín de Consell tiene un gran mercadillo los domingos por la mañana, en el que se puede encontrar prácticamente de todo, incluyendo libros, antigüedades y objetos curiosos. Para artículos de bricolaje, ropa deportiva y marcas internacionales, hay varios centros comerciales, y ambas islas tienen una tienda IKEA.
Gastronomía para todos los gustos
Con un total de 3.800 restaurantes en Mallorca e Ibiza, las opciones en estas islas son muy variadas. De hecho, en los últimos años, Baleares se ha convertido en un destino gastronómico muy solicitado, y la gastronomía de las islas satisface gustos cada vez más variados. Hay desde paellas auténticas en la playa y bares de tapas en la mayoría de las calles, hasta cocina con estrellas Michelin en los mejores resorts y asados tradicionales en los restaurantes de interior: las islas tienen de todo para comer.
En Baleares, no hay comida perfecta sin uno de los excelentes vinos de las islas. En estas islas hay más de 400 bodegas que elaboran una gran variedad de vinos de calidad.
La calidad de los alimentos de los mercados y supermercados es muy alta, y la mayoría de los productos se consiguen en las propias islas. El marisco, por ejemplo, es de gran calidad, mientras que el aceite de oliva aporta el toque tradicional mediterráneo a cualquier comida.
Conclusión
El estilo de vida de Mallorca e Ibiza es muy interesante para los propietarios de segundos inmuebles. Muy cerca de la mayoría de las localidades europeas, ambas islas ofrecen un estilo de vida mediterráneo tranquilo, que se adapta a los gustos y actividades concretas de los extranjeros profesionales.
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